Red Eco
Datos oficiales muestran la concentración de la riqueza en manos de un grupo de empresas que son en su gran mayoría de capital extranjero. Esas mismas operan en la formación de los precios y arrastran a millones de argentinos a la pobreza. El modelo actual sostiene esta estructura productiva.
Es comprensible que el gobierno nacional y sus partidarios políticos peronistas K trabajen y defiendan la gestión actual. Podemos decir que corresponde a la lógica de defensa de su identidad/ideología/política partidaria. Lo que no se entiende es que desde otros sectores se afirme la posibilidad de profundizar este modelo, cuando datos de entes oficiales muestran cómo se mantiene la estructura productiva existente desde hace décadas y dentro de la cual, algunas mejoras sólo signifiquen pan para hoy y hambre para mañana.
Nos referimos a diversos espacios políticos llamados progresistas y a quienes se definen desde lo ideológico como revolucionarios, y que siempre han sostenido la imposibilidad de humanizar el capitalismo y la necesidad de un cambio de estructuras para lograr el verdadero bienestar del pueblo trabajador, de los postergados y excluidos.
Sin embargo hoy parecen compartir la idea de que el actual proyecto del gobierno es el camino posible para enfrentar a lo que llaman la derecha destituyente.
Sólo analizando diversas informaciones, muchas oficiales, se puede concluir quiénes son los que siguen manejando la economía y se benefician a corto y largo plazo con este modelo.
Concentración y extranjerización de la actividad productiva
En primer lugar nos remitimos a datos oficiales que muestran cómo se compone la estructura productiva de nuestro país, cómo está concentrada la economía y el alto grado de extranjerización.
A fines de diciembre último, el INDEC dio a conocer los datos de la última Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) con información correspondiente al 2009. Estos datos no incluyen la actividad financiera y agropecuaria.
De allí surge que existen 500 grandes empresas que concentran un 22 por ciento de lo que el país produce (producto bruto /valor agregado). De ese total, 417 ganaron en aquel año 9.000 millones de pesos más que las utilidades que tuvieron 427 de de las grandes compañías en el 2008. Menos capital concentrado se llevó más ganancias.
También se visualiza con este informe el alto nivel de concentración ya que dentro de ese conglomerado de 500, son 4 las empresas que concentran el 16 por ciento de la producción, se llevan casi un 20 por ciento de las utilidades y apenas emplean un 1,6 por ciento de trabajadores asalariados.
Otro dato de relevancia que aporta la ENGE se refiere a la extranjerización: casi 7 de cada 10 de las empresas más grandes del país son extranjeras. Más precisamente, son 324 las empresas extranjeras que concentran la actividad productiva en Argentina. Y también son extranjeras las primeras seis, las mas grandes de las grandes: YPF, Cargill, Telecom, Petrobras, Carrefour y Jumbo.
En cuanto a las áreas productivas, el capital extranjero se divide así : 36 de las 40 mineras, 61 de las 76 dedicadas a producción de combustibles, químicos y plástico, 35 de las 43 que producen maquinarias, equipo y vehículos y 58 de las 107 firmas que elaboran alimentos, bebidas y tabaco.
La extranjerización de la actividad económica alcanza a las petroleras, cuyas cinco principales empresas son de capital extranjero (YPF, Petrobras, Pan American Energy, Shell y Esso); a las automotrices (Volkswagen, Toyota, Ford, Peugeot Citroën), a las telefónicas (Telecom, Telefónico, Caro y Telefónica Móviles) y a las dos mayores cadenas de hipermercados (Carrefour y Jumbo).
Cuando pensamos en la inflación y buscamos las causas que la provocan, vemos que esta estructura concentrada es en gran parte la responsable del aumento de los precios, no así los trabajadores que piden aumento de salarios para recuperar, en parte, su capacidad adquisitiva.
El economista Julio Gambina bien lo describe en su artículo "La inflación marca el ritmo de la economía en Argentina", al afirmar que: “La suba de precios es un mecanismo utilizado por los capitales más concentrados para defender sus ganancias (...) Esa defensa de las ganancias es un asunto derivado de la concentración económica existente en la Argentina y de su poder para imponer condiciones de funcionamiento del orden económico y social. (…) allí se encuentra la dominación del sistema económico, donde muy pocas empresas definen la situación de las principales ramas de la producción” (artículo completo http://www.fisyp.org.ar/modules/news/article.php?storyid=681).
Todo sube y sube…
Datos macroeconómicos dados a conocer por los funcionarios de gobierno y por entidades industriales hablan de un crecimiento que derrama sobre los que menos tienen -a través de la intervención del Estado vía endeudamiento externo e interno- sólo las migajas de las grandes ganancias de la industria, el agro y la actividad financiera.
El Ministro de Economía, Amado Boudou informó esta semana que Argentina obtuvo en 2010 un superávit primario (antes de pagar vencimientos de deuda) superior en un 45% al del 2009 (25.082 millones de pesos, es decir, 6.270 millones de dólares).
Los tres componentes más importantes se debieron al dinero de las arcas de la ANSES (que es plata de los jubilados presentes y futuros), del Banco Central (utilidades) y de la recaudación tributaria cuyo mayor ingreso lo aportó el IVA (impuesto al consumo que afecta más a los que menos tienen).
Por su parte, el titular del organismo recaudador (AFIP) dio a conocer que la recaudación durante el 2010 alcanzó un nivel récord superando la meta anual con casi 410 mil millones de pesos. Ricardo Echegaray, destacó que la recaudación impositiva "está duplicando, y en forma sostenida, al mejor momento de ingresos de la década de los 90".
Esta semana se informó además que las reservas del Banco Central superaron los 52.500 millones de dólares.
Según un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad industrial en los primeros once meses del año pasado acumuló una expansión del 12,3 por ciento. El sector automotriz creció un 36 por ciento (récord histórico con un máximo de 724.023 unidades); la industria metalmecánica un 22; y alimentos y bebidas, que se incrementó 13,7 por ciento.
Un estudio de la consultora económica Orlando Ferreres y Asociados marcó un crecimiento de la actividad económica del 8,2 por ciento en el 2010. El sector agrícola fue el que más creció (casi un 20 por ciento). Las exportaciones crecieron un 23 por ciento y los depósitos promedio del sistema financiero superaron los $ 384 mil millones de pesos en diciembre último, un 41,6 por ciento más que en igual mes de 2009.
…Y la inflación también
Estimaciones privadas de distintos orígenes dan cuenta de que la inflación acumulada en el 2010 habría sido el doble de que mide el Indec. Esto duplica por lo tanto en número de argentinos que no llegan a cubrir la canasta básica de alimentos y servicios (CBT).
Así alrededor de un 24 por ciento de los argentinos (9.5 millones de personas) son pobres y cerca de 3 millones son indigentes porque no llegan a cubrir el costo de la canasta básica alimenticia (CBA). Estos son promedios dentro de un territorio en donde la pobreza alcanza al 40 por ciento en la zona noreste y alrededor de un 34 en la del noroeste.
Para el Indec una familia tipo necesita para comer, y por lo tanto no ser considerada indigente, 579 pesos de ingresos por mes y 1.253 pesos para no quedar debajo de la línea de la pobreza. Estas cifras ascenderían a alrededor de 1.160 y 2.500 respectivamente según mediciones privadas.
La economista Graciela Bevacqua estima que la inflación 2007-2010 llega a 122 por ciento. Para realizar sus mediciones en el centro de estudios Buenos Aires City utiliza la metodología tradicional del Indec. Es que Bevaqua era directora de IPC (índice que mide la inflación) en el Indec cuando el organismo fue intervenido en enero de 2007. Entonces fue desplazada de su cargo por negarse a entregarle al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, la lista de establecimientos donde se tomaban las muestras.
“El Indec ocultó más de 80 puntos de inflación durante estos cuatro años (...) La mayor subestimación en ese período se dio en el rubro alimentos y bebidas, que es el que más pesa en el IPC. Sólo para 2010, nosotros calculamos el 39,7 por ciento, contra el 14,7% del Indec”, dijo Bevacqua.
Las grandes empresas, mayoritariamente extranjeras, son quienes concentran la actividad económica y la riqueza. Pensar que de allí deberían provenir los recursos y no del permanente endeudamiento, sería una alternativa más que lógica y necesaria.
Sobre todo porque según los últimos datos del Ministerio de Economía, al 30 de setiembre de 2010 la deuda pública ascendía a 172.079 millones de dólares. No analizaremos en esta nota el tema de la deuda. Solo la referenciamos con la deuda a principio del gobierno peronista K: 178.768 millones de dólares. O sea que debemos casi lo mismo en 7 años, luego del pago al FMI, dos canjes y pagos de intereses anuales promedio de 6.000 millones de dólares.
Para lograr al menos una equitativa distribución de la riqueza hay que plantearse un modelo de ruptura de las actuales estructuras productivas que es todo lo contrario a profundizar este modelo.
Es comprensible que el gobierno nacional y sus partidarios políticos peronistas K trabajen y defiendan la gestión actual. Podemos decir que corresponde a la lógica de defensa de su identidad/ideología/política partidaria. Lo que no se entiende es que desde otros sectores se afirme la posibilidad de profundizar este modelo, cuando datos de entes oficiales muestran cómo se mantiene la estructura productiva existente desde hace décadas y dentro de la cual, algunas mejoras sólo signifiquen pan para hoy y hambre para mañana.
Nos referimos a diversos espacios políticos llamados progresistas y a quienes se definen desde lo ideológico como revolucionarios, y que siempre han sostenido la imposibilidad de humanizar el capitalismo y la necesidad de un cambio de estructuras para lograr el verdadero bienestar del pueblo trabajador, de los postergados y excluidos.
Sin embargo hoy parecen compartir la idea de que el actual proyecto del gobierno es el camino posible para enfrentar a lo que llaman la derecha destituyente.
Sólo analizando diversas informaciones, muchas oficiales, se puede concluir quiénes son los que siguen manejando la economía y se benefician a corto y largo plazo con este modelo.
Concentración y extranjerización de la actividad productiva
En primer lugar nos remitimos a datos oficiales que muestran cómo se compone la estructura productiva de nuestro país, cómo está concentrada la economía y el alto grado de extranjerización.
A fines de diciembre último, el INDEC dio a conocer los datos de la última Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) con información correspondiente al 2009. Estos datos no incluyen la actividad financiera y agropecuaria.
De allí surge que existen 500 grandes empresas que concentran un 22 por ciento de lo que el país produce (producto bruto /valor agregado). De ese total, 417 ganaron en aquel año 9.000 millones de pesos más que las utilidades que tuvieron 427 de de las grandes compañías en el 2008. Menos capital concentrado se llevó más ganancias.
También se visualiza con este informe el alto nivel de concentración ya que dentro de ese conglomerado de 500, son 4 las empresas que concentran el 16 por ciento de la producción, se llevan casi un 20 por ciento de las utilidades y apenas emplean un 1,6 por ciento de trabajadores asalariados.
Otro dato de relevancia que aporta la ENGE se refiere a la extranjerización: casi 7 de cada 10 de las empresas más grandes del país son extranjeras. Más precisamente, son 324 las empresas extranjeras que concentran la actividad productiva en Argentina. Y también son extranjeras las primeras seis, las mas grandes de las grandes: YPF, Cargill, Telecom, Petrobras, Carrefour y Jumbo.
En cuanto a las áreas productivas, el capital extranjero se divide así : 36 de las 40 mineras, 61 de las 76 dedicadas a producción de combustibles, químicos y plástico, 35 de las 43 que producen maquinarias, equipo y vehículos y 58 de las 107 firmas que elaboran alimentos, bebidas y tabaco.
La extranjerización de la actividad económica alcanza a las petroleras, cuyas cinco principales empresas son de capital extranjero (YPF, Petrobras, Pan American Energy, Shell y Esso); a las automotrices (Volkswagen, Toyota, Ford, Peugeot Citroën), a las telefónicas (Telecom, Telefónico, Caro y Telefónica Móviles) y a las dos mayores cadenas de hipermercados (Carrefour y Jumbo).
Cuando pensamos en la inflación y buscamos las causas que la provocan, vemos que esta estructura concentrada es en gran parte la responsable del aumento de los precios, no así los trabajadores que piden aumento de salarios para recuperar, en parte, su capacidad adquisitiva.
El economista Julio Gambina bien lo describe en su artículo "La inflación marca el ritmo de la economía en Argentina", al afirmar que: “La suba de precios es un mecanismo utilizado por los capitales más concentrados para defender sus ganancias (...) Esa defensa de las ganancias es un asunto derivado de la concentración económica existente en la Argentina y de su poder para imponer condiciones de funcionamiento del orden económico y social. (…) allí se encuentra la dominación del sistema económico, donde muy pocas empresas definen la situación de las principales ramas de la producción” (artículo completo http://www.fisyp.org.ar/modules/news/article.php?storyid=681).
Todo sube y sube…
Datos macroeconómicos dados a conocer por los funcionarios de gobierno y por entidades industriales hablan de un crecimiento que derrama sobre los que menos tienen -a través de la intervención del Estado vía endeudamiento externo e interno- sólo las migajas de las grandes ganancias de la industria, el agro y la actividad financiera.
El Ministro de Economía, Amado Boudou informó esta semana que Argentina obtuvo en 2010 un superávit primario (antes de pagar vencimientos de deuda) superior en un 45% al del 2009 (25.082 millones de pesos, es decir, 6.270 millones de dólares).
Los tres componentes más importantes se debieron al dinero de las arcas de la ANSES (que es plata de los jubilados presentes y futuros), del Banco Central (utilidades) y de la recaudación tributaria cuyo mayor ingreso lo aportó el IVA (impuesto al consumo que afecta más a los que menos tienen).
Por su parte, el titular del organismo recaudador (AFIP) dio a conocer que la recaudación durante el 2010 alcanzó un nivel récord superando la meta anual con casi 410 mil millones de pesos. Ricardo Echegaray, destacó que la recaudación impositiva "está duplicando, y en forma sostenida, al mejor momento de ingresos de la década de los 90".
Esta semana se informó además que las reservas del Banco Central superaron los 52.500 millones de dólares.
Según un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA), la actividad industrial en los primeros once meses del año pasado acumuló una expansión del 12,3 por ciento. El sector automotriz creció un 36 por ciento (récord histórico con un máximo de 724.023 unidades); la industria metalmecánica un 22; y alimentos y bebidas, que se incrementó 13,7 por ciento.
Un estudio de la consultora económica Orlando Ferreres y Asociados marcó un crecimiento de la actividad económica del 8,2 por ciento en el 2010. El sector agrícola fue el que más creció (casi un 20 por ciento). Las exportaciones crecieron un 23 por ciento y los depósitos promedio del sistema financiero superaron los $ 384 mil millones de pesos en diciembre último, un 41,6 por ciento más que en igual mes de 2009.
…Y la inflación también
Estimaciones privadas de distintos orígenes dan cuenta de que la inflación acumulada en el 2010 habría sido el doble de que mide el Indec. Esto duplica por lo tanto en número de argentinos que no llegan a cubrir la canasta básica de alimentos y servicios (CBT).
Así alrededor de un 24 por ciento de los argentinos (9.5 millones de personas) son pobres y cerca de 3 millones son indigentes porque no llegan a cubrir el costo de la canasta básica alimenticia (CBA). Estos son promedios dentro de un territorio en donde la pobreza alcanza al 40 por ciento en la zona noreste y alrededor de un 34 en la del noroeste.
Para el Indec una familia tipo necesita para comer, y por lo tanto no ser considerada indigente, 579 pesos de ingresos por mes y 1.253 pesos para no quedar debajo de la línea de la pobreza. Estas cifras ascenderían a alrededor de 1.160 y 2.500 respectivamente según mediciones privadas.
La economista Graciela Bevacqua estima que la inflación 2007-2010 llega a 122 por ciento. Para realizar sus mediciones en el centro de estudios Buenos Aires City utiliza la metodología tradicional del Indec. Es que Bevaqua era directora de IPC (índice que mide la inflación) en el Indec cuando el organismo fue intervenido en enero de 2007. Entonces fue desplazada de su cargo por negarse a entregarle al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, la lista de establecimientos donde se tomaban las muestras.
“El Indec ocultó más de 80 puntos de inflación durante estos cuatro años (...) La mayor subestimación en ese período se dio en el rubro alimentos y bebidas, que es el que más pesa en el IPC. Sólo para 2010, nosotros calculamos el 39,7 por ciento, contra el 14,7% del Indec”, dijo Bevacqua.
Las grandes empresas, mayoritariamente extranjeras, son quienes concentran la actividad económica y la riqueza. Pensar que de allí deberían provenir los recursos y no del permanente endeudamiento, sería una alternativa más que lógica y necesaria.
Sobre todo porque según los últimos datos del Ministerio de Economía, al 30 de setiembre de 2010 la deuda pública ascendía a 172.079 millones de dólares. No analizaremos en esta nota el tema de la deuda. Solo la referenciamos con la deuda a principio del gobierno peronista K: 178.768 millones de dólares. O sea que debemos casi lo mismo en 7 años, luego del pago al FMI, dos canjes y pagos de intereses anuales promedio de 6.000 millones de dólares.
Para lograr al menos una equitativa distribución de la riqueza hay que plantearse un modelo de ruptura de las actuales estructuras productivas que es todo lo contrario a profundizar este modelo.
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