El Municipio no cumple con el Derecho de Acceso a la Información de los vecinos. Tergiversa y mienta en sus declaraciones públicas, utilizando los recursos de todos. Ni siquiera envía información esencial al Concejo Deliberante, como las normas emitidas por el Intendente. Manejo en las sombras que nos deja en la "prehistoria institucional".
por Nicolás Parola, dirigente de Unidad Popular Lanús.
Cuando un gobernante no realiza una gestión medianamente aceptable, puede intentar cambiar el rumbo o tapar el sol con las manos. Darío Díaz Pérez, cuya administración es evidentemente ineficaz y deplorable, ha optado por intentar ocultar lo mejor posible los datos de su “indi-gestión”.
Desde los panfletos que reparte a los vecinos, el intendente utiliza palabras completamente vacías de profundidad, diciendo todo y nada, prometiendo constantemente obras que los vecinos nunca logran ver. Desde hace años se anuncian grandes acuerdos con el Estado Nacional, por obras que se realizan a cuenta gotas, mientras el patrimonio municipal se sigue deteriorando cada vez más. Esto es un claro ejemplo de intento de confusión, de utilización del aparato municipal para difundir información inexacta de forma tendenciosa, exclusivamente para su beneficio. Así no se respeta el derecho de acceso a la información pública (pronto emitiremos un estudio sobre estos gastos anunciados y no realizados).
En el 2012, la concejala Stella Maris García, miembro de nuestro partido, presentó el proyecto de Ordenanza de Acceso a la Información Pública. También fue acompañada con las firmas de los otros representantes del Frente Amplio Progresista: María Ángela La Rosa y Oscar López. Este proyecto estipula que toda la información en poder del Estado Municipal es de libre acceso por cualquier persona. Una de las premisas detrás de este derecho es: que no debería haber información oculta (aunque algunos así lo pretendan).
Vamos a dar todas las discusiones y fomentar todas las acciones para que se debata y se apruebe este proyecto. Sin embargo, sabemos que Lanús vive una prehistoria institucional y cualquier intento de avance será resistido.
¿Por qué hablamos de “Prehistoria Institucional”? Porque no están aseguradas las condiciones mínimas para que un sistema institucional funcione acorde a premisas mínimas. La división de poderes en el municipio está completamente vulnerada, y los concejales opositores, especialmente los miembros del Frente Amplio Progresista, deben batallar todo el tiempo para que no se siga deteriorando el andamiaje institucional. Otros concejales, con el “sí” fácil, quizás no necesiten tener información para votar.
Un claro caso ejemplificador de esta “Prehistoria Institucional” es el incumplimiento de la Ordenanza Nº 10.192. Esta norma establece que el Ejecutivo Municipal debe enviar el Boletín Oficial al Concejo Deliberante. Los concejales no cuentan con la información mínima para su ejercicio: no reciben los decretos y resoluciones emitidas por el Ejecutivo, permitiéndole a éste manejarse en la oscuridad.
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